Luego de las correcciones de la clase pasada quisimos enfocarnos en encontrarle un relato a nuestra inminencia y coincidimos en que teníamos que concentrarnos en la historia que podíamos contar a través de la luz. Entonces partimos de la pregunta, ¿Qué encontramos cuando no queda nada?
El sábado fuimos a la Ciudad dispuestas a generar situaciones donde la luz fuera protagonista. Esto luego trajo sus problemas ya que en el montaje nos costó muchísimo generar un corte donde los planos no compitieran entre sí y se pudiera comunicar lo que queríamos. Por esta razón volvimos a rever la historia que habíamos pensado e intentamos volver unos pasos atrás y darle un marco al espacio. Plantear un recorrido cronológico donde viéramos una transición del atardecer hacía la noche y lo que viene con ella. Entonces el lunes volvimos al espacio y filmamos reflejos donde se pudiera percibir el sol caer y corregimos algunos planos que no quedaron tan prolijos de la jornada del sábado.
Para esta pre-entrega decidimos alquilar un lente Rokinon 35mm f1.5 para probar si el cambio en el diafragma nos ayudaría a trabajar este espacio oscuro. Lo usamos con una cámara con sensor APS-C así que, aproximadamente, trabajamos con encuadres a 50mm.
Estamos un poco perdidas con el montaje así que presentamos estas dos opciones para que nos ayuden a elegir por cual camino seguir
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